Hace unos días estalló una noticia que me preocupó. Dejaría de emitirse “Presencia cultural” también en su formato en Facebook ya que desde marzo 2020 no se emitía a través de la señal del TV Perú. Entonces surgió la pregunta: ¿Cuál es el rol de la televisión pública? Sin dudas, dar pantalla a temas que aporten a la población en todo el país y ser el vehículo para llevar cultura y educación. Generar buenos contenidos, pero sin considerar (como si lo hace la televisión comercial) los niveles de audiencia. El trabajo es llegar cada vez a más personas y que, en este caso, las expresiones culturales se difundan.
“Presencia cultural” nació hace 38 años de la mano de un periodista con experiencia que buscó dar espacio a la mayor cantidad de actividades culturales en el país y no lo hizo en las mejores condiciones porque no siempre habían cámaras y movilidad para cubrir una nota inactual. No sólo él sino también sus periodistas debían buscar la forma de llegar a las entrevistas, a veces poniendo de su propio bolsillo. Pero nada de eso se veía en cámaras cuando iba presentando nota a nota y aparecían historias de artistas noveles y consagrados.
El programa se convirtió en un espacio de prácticas y luego de trabajo para jóvenes estudiantes de la carrera de Comunicaciones de la Universidad Federico Villareal, de dónde llegaban cada año, una o dos aspirantes llegaban con muchas ganas de aprender a las canteras del programa cultural de mayor trayectoria en la televisión peruana. Y tuvieron al mejor maestro que cada semana daba lección maestra sobre cómo hacer televisión de calidad sin todos los recursos.
Y cada una de ellas (porque casi todas son mujeres “porque son más responsables”, según el propio Hermoza) fue aprendiendo y encontrando su propio camino. Todas atesoran el tiempo compartido y lo aprendido del maestro.
Tuve la suerte de conocer a muchos de ellas y de ver su consolidación, como es el caso de Martina Negrón, quien no sólo se dedicaba a la producción sino que acompañó a Hermoza en la conducción y asumió el programa cuando una enfermedad le impidió estar presente en cámaras. Con los años, la salud no le permitió al conductor retomar el programa y el canal optó por convocar a Alonso Rabí, escritor que ya había conducido el programa “Entre libros” en el canal estatal.
Juntos, con Martina Negrón y el equipo (Yovana Mescua y Álvaro Olivera), diseñaron un nuevo formato más fresco del que sólo pudieron emitir programas de enero a la quincena de marzo. Muchas notas se quedaron sin editar y solo se pudieron dar repeticiones por dos meses más. Desde junio pasaron a producir notas para la cuenta Facebook del programa. El destino de este programa cultural es incierto, pero creo que es importante contar con un espacio de difusión para la cultura y las artes en el canal público. Todo no puede depender de la administración de turno y de sus pareceres, sino de una política cultural que cumpla con la promoción y acceso a la cultura a la que cada ciudadano tiene derecho según nuestra constitución.
Artículo publicado en el Facebook de Voces Revista Cultural el 24/01/2021
Sobre el autor:
Carina Moreno
Coordinadora del Diplomado de Gestión Cultural de la Universidad Antonio Ruiz de Montoy