En marzo de este año, el anuncio de la transferencia de varios millones de soles a las municipalidades para la compra y entrega de víveres evidenció que las municipalidades son las instancias más importantes de poder político y administrativo para el desarrollo local, aunque presenten grandes desafíos para la promoción y gestión orientada al desarrollo.
En una reciente investigación del Instituto de Ética y Desarrollo, que tiene como muestra a seis municipalidades de Lima Norte, se identificó que las principales tareas para fortalecer a estas instancias del gobierno local son: reducir los altos niveles de pobreza en la jurisdicción de los municipios; administrar adecuadamente los residuos sólidos; establecer medidas articuladas para prevenir los delitos contra el patrimonio; fijar estrategias para suprimir la persistencia del tráfico de terrenos y las redes de tramitadores y licencias, así como identificar los riesgos de corrupción; y mejorar la gestión interna vinculada a la labor institucional, el uso de recursos públicos y la contratación y la ejecución de obras.
Respecto de la lucha contra la corrupción, la investigación mencionada se pregunta sobre la función que le corresponde al concejo municipal en ese entramado de dificultades y riesgos de corrupción a nivel local. Para que el concejo municipal contribuya en este objetivo, los hallazgos del estudio establecen que es muy importante la revisión de sus características actuales: la participación de jóvenes autoridades con estudios técnicos y universitarios, el número de regidores afiliados a una organización partidaria (42 de los 80 regidores actuales) y los acuerdos del concejo municipal que se requieren más en el campo de la fiscalización y no tanto en mociones de saludos/condecoraciones y declaración de desabastecimiento de los servicios municipales, los cuales tienen su función, pero es necesario poner énfasis en la fiscalización.
Un aspecto clave y directo que los concejos municipales pueden realizar desde cada gobierno local es la autorización para iniciar investigaciones contra funcionarios y el desarrollo de estrategias de lucha contra la corrupción, para lo cual pueden solicitar el apoyo a la Contraloría. Todas las medidas de prevención que tomen les permitirán reducir las medidas punitivas y dedicar tiempo y recursos al desarrollo de su localidad. A este respecto, las comisiones municipales juegan un rol fundamental para la representación efectiva ante la ciudadanía.
Los concejos municipales tienen el rol de aprobar las medidas de protección y bioseguridad para prevenir el contagio y fiscalizar el cumplimiento de la normativa en tiempo de crisis. Ello no es un aspecto nuevo, forma parte de su competencia. Sin embargo, la COVID-19, representa, sin duda, un desafío mayor. Los concejos municipales tienen el camino cuesta arriba para lograr un desempeño transparente, eficiente y con resultados tangibles para los ciudadanos.
Artículo publicado en el Diario Oficial El Peruano el 26/11/2020
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Lorena Elías